El impacto psíquico de los actos terroristas es potencialmente importante. Para algunas personas, las consecuencias son inmediatas (angustia, miedo, pánico, agitación, estado de estupor, impresión de irrealidad, etc.), acompañadas en ocasiones de sensaciones corporales, dolores y temblores. Para otras, sin embargo, las consecuencias pueden aparecer en lo días, las semanas o incluso los meses siguientes. Por ello, se le propone una atención médico-psicológica de urgencia y, en caso necesario, a largo plazo.
En una situación de urgencia, el Servicio de Asistencia Médica de Urgencias (SAMU) moviliza a los profesionales de las
Células de Urgencia Médico-psicológica (CUMP) para prodigar una atención médico-psicológica precoz a las víctimas. Estos profesionales debidamente formados para atender psicotraumatismos son psiquiatras, psicólogos y enfermeros especializados.
ATENCIÓN INICIAL DE LAS CUMP
Los profesionales de las CUMP están a su disposición en el lugar del suceso, en los establecimientos sanitarios y en los centros de atención para familias e implicados. La atención que proponen tiene por objetivo atenuar el impacto psíquico de los acontecimientos vividos.
En cada departamento francese hay una CUMP que está vinculada al SAMU y a la que se puede contactar desde Francia : marcando el 15 desde un teléfono fijo o el 112 desde un teléfono móvil.
Es posible que aparezcan trastornos en los días, las semanas o los meses siguientes al suceso : angustia, sentimiento de malestar o de inseguridad, irritabilidad, trastornos del sueño y depresión. Pueden resurgir pensamientos, sensaciones, imágenes o sonidos dolorosos del suceso e imponerse de día como de noche. Estos trastornos pueden afectar a su vida personal y profesional y tener repercusiones sobre su salud. Los adultos de cualquier edad, así como los adolescentes y los niños pueden verse afectados y sufrir modificaciones de comportamiento, miedos, dificultades para dormir o para concentrarse en el trabajo o en clase.
Existen tratamientos eficaces para todas estas situaciones. No hay que dudar en consultar con un profesional de la salud, aunque haya pasado mucho tiempo desde el suceso e incluso aunque parezca difícil dar el paso. Es indispensable recurrir a una ayuda profesional especializada para evitar trastornos psíquicos post-traumáticos.
Los trastornos psíquicos post-traumáticos de uno de los miembros de la familia pueden afectar a los demás miembros. A menudo, no les resulta fácil comprenderle y no osan hablar de ello, lo que puede generar en cada uno de los miembros un sentimiento de culpabilidad. La familia es el primer apoyo para las personas traumatizadas y a menudo debe participar en los tratamientos, respetando por supuesto el secreto profesional que vincula al paciente y a su terapeuta.
ORGANIZACIÓN DEL SEGUIMIENTO MÉDICO-PSICOLÓGICO
Su médico de cabecera, la CUMP o
las asociaciones podrán ayudarle y orientarle hacia profesionales de la salud mental con los que están acostumbrados trabajar y que están especializados en el tratamiento de los trastornos psíquicos post-traumáticos.